No, los TCA son enfermedades de origen emocional/mental, las personas usan la comida para opacar sus sentimientos dolorosos como ansiedad, miedo, frustración, inseguridad, etc.
No. Los TCA afectan a personas de cualquier género, nivel socioeconómico, talla, edad, raza, ubicación geográfica, etc. Algunas personas son más vulnerables debido a que existe una predisposición genética.
La ganancia de peso no es señal de recuperación. En algunas ocasiones es necesario llevar a la persona a un peso adecuado para recuperar su capacidad de razonar, sin embargo un TCA se considera curado cuando los pensamientos obsesivos sobre la comida, el peso y la talla dejan de existir o se reducen al mínimo.
Si, con el debido tratamiento, el apoyo incondicional de los cuidadores y la voluntad del paciente los TCA son tratables y curables.
Fortaleciendo tu autoestima, alejándote de dietas restrictivas o excesos de ejercicio, hablando de tus sentimientos dolorosos y complicados con personas de tu confianza y respeto y aprendiendo más sobre este tipo de trastornos.
No, para curar un TCA los especialistas deben ayudar a la persona afectada a llegar a la raíz del problema que está afectando su mala relación con la comida. El tratar de usar la fuerza de voluntad podría agudizar el trastorno.
No. Las personas de todas tallas y pesos pueden estar pasando por un TCA, por lo que no es posible diagnosticarlo con solo ver a la persona.
No, lo normal es que se necesite el tratamiento de un equipo multidisciplinario de profesionales especializados en los TCA, el apoyo indispensable de la familia o los cuidadores y la voluntad del afectado. En algunos casos, dependiendo de la gravedad es necesario el internamiento en centros especializados.
Si, los TCA tienen entre las enfermedades uno de los mayores índices de mortalidad. Las principales causas de muerte en personas que sufren de Anorexia y Bulimia son el infarto y el suicidio.
Contáctanos con gusto te orientaremos, contamos con una línea gratuita y 100% confidencial. Por el momento evita hablarle de su cuerpo y talla (ni elogios ni críticas) y confrontarla por la cantidad de alimentos que come o deja de comer, dile que estás para ayudarla y entenderla y escúchale. Anímate a someterse a tratamiento no para que gane o pierda peso sino para que se sienta mejor.