Traducción y adaptación libre: Asociación Estima

Alrededor de medio millón de adolescentes sufren de un TCA o alimentación desordenada en los Estados Unidos y cerca del 90% de estos pacientes comienzan a manifestar su TCA en la adolescencia, 12-14 años es la edad en que se manifiesta la anorexia nervosa, mientras que la bulimia usualmente comienza en la adolescencia tardía, los pediatras están en la primera posición para diagnosticar y orientar sobre los TCA, evaluando y refiriendo para el tratamiento. Esto ayudaría a salvar vidas, reducir el número de personas que sufren un TCA y mermar el sufrimiento de los pacientes y sus familias.

Existe un buen número de herramientas basadas en evidencia científica disponibles para que los pediatras las usen para evaluar a los pacientes en riesgo o con un TCA, pero estas herramientas dependen de que los adolescentes den respuestas honestas. Desafortunadamente, las personas con TCA a menudo tienden a negar o enmascarar que tienen problemas, por lo tanto además de los cuestionarios basados en evidencia científica, los médicos deben mantener conversaciones significativas con sus pacientes mientras revisan datos clave durante las citas.

Estas conversaciones fluyen mejor cuando se usa un lenguaje positivo, no estigmatizado en asuntos relacionados con: 

  • Altura, peso e índice de masa corporal, incluyendo cualquier cambio rápido o excesivo de peso, aumento o pérdida de peso.
  • Estatus de la menstruación en las jóvenes (la amenorrea puede ser un signo de un TCA).
  • Comidas preferidas y hábitos inusuales de comer (incluyendo la restricción de alimentos, dietas o hambrunas, vómito auto-inducido, comer grandes cantidades en un solo evento o desinterés por la comida).
  • Uso de diuréticos, laxantes o enemas.
  • Ejercicio excesivo.
  • Temas relacionados con la disatisfacción de su imagen corporal, incluyendo el miedo a hacerse gordo, poner mucha atención o sobre evaluarse en base a su apariencia o peso.

Es importante notar que los TCA afectan a personas de todas las razas, etnias, estatus económicos, identidad de género y tipo de cuerpo. Los TCA afectan desproporcionadamente a lesbianas, homosexuales, bisexuales, transgénero y toda la comunidad LGBTQIA.

Los barones representan al menos el 10% de los pacientes con TCA pero fácilmente pueden pasar desapercibidos, otros pacientes con anorexia atípica o trastorno por atracón pueden presentar una alimentación desordenada pero, un cuerpo normal por lo que es importante profundizar más en la alimentación y sus hábitos de ejercicio en vez de asumir que un pacientes está bien porque su peso está en un rango normal. Ningún paciente es inmune a los TCA y los doctores deben evaluar a todos los pacientes, particularmente a aquellos con historia familiar de TCA.

Junto con el incremento de los TCA, el suicidio también ha subido desde el 2020, particularmente en adolescentes femeninas. De aquí que, es recomendable hacer una evaluación de riesgo de suicidio basado en evidencia también en pacientes jóvenes.

Cómo proceder si sospecha de un TCA

Los TCA pueden causar estragos en el cuerpo y en la mente, afectando todos los órganos del sistema. Los pediatras deben ser conscientes de estos altos riesgos, incluida una tasa de muerte prematura de 2 a 5 veces mayor. 

Considere proceder con algunas o todas las siguientes evaluaciones si observa marcadores de un TCA existente o sospecha que un paciente está en riesgo:

  • Revise la historia médica y el historial de nutrición del paciente.
  • Haga examen físico, hay varios cambios que buscar en un paciente con TCA, estos incluyen:
    • Cambios en el pelo y en la piel tales como acrocianosis, piel seca y lanugo.
    • Signo de Russell (abrasión o callos en los dedos o nudillos causados por la purga) es patognomónico de Anorexia Nervosa/Bulimia purgativa (AN-BP) y Bulimia Nervosa (BN), aunque si está ausente no significa que no haya un TCA.
    • Agrandamiento de las glándulas salivales, erosión del esmalte o caries dentales resultantes de la purga si están presentes. 
    • Anormalidades de los signos vitales, incluyendo temperatura corporal baja, presión arterial baja en reposo y frecuencia cardíaca baja en reposo. 
  • Obtenga la historia clínica de la familia y busque síntomas de depresión y ansiedad, así como preocupación por la comida, el peso y la forma del cuerpo. 
  • Detección de abuso físico o sexual o trauma siguiendo un enfoque basado en el trauma. 
  • Realice pruebas de laboratorio que incluyan hemograma completo, panel de electrolitos, pruebas de función hepática, análisis de orina y prueba de hormona estimulante de la tiroides. 
    • Los pacientes con malnutrición pueden tener exámenes de laboratorios normales, pero también puede tener un recuento bajo de glóbulos blancos y rojos, enzimas hepáticas elevadas debido a la inanición, pruebas de tiroides anormales o hipoglucemia.
    • Los pacientes que se purgan o usan laxantes a menudo tendrán anomalías electrolíticas y renales y alcalosis metabólica. 
  • Observe la salud cardiovascular, gastrointestinal y endocrina o remita al paciente si es necesario para realizar más pruebas; puede estar indicado un electrocardiograma para resultados cardíacos anormales.
  • Considere la posibilidad de realizar una prueba de densidad mineral ósea.

Los TCA severos o extremos pueden ser fatales sin un tratamiento médico urgente y especializado, tristemente muy pocos proveedores de salud en las salas de emergencia y hospitales están entrenados para identificar y tratar cuestiones médicas causadas por malnutrición y comportamientos de purga. En vez de ir al hospital más cercano o a un centro de tratamiento de TCA, una persona médicamente inestable debido a un TCA debe ser referida a un nivel más alto de tratamiento.